Tras el acuerdo de la planta nuclear de El-Dabaa en Egipto, Rusia está reafirmando su presencia nuclear en África después de firmar dos memorandos de entendimiento (MOUs) con Malí y Burkina Faso. Los líderes africanos están mostrando interés en la energía nuclear en un intento por combatir el déficit crítico de energía.
Aly Mahmoud
28 de febrero de 2024
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Uno de los desafíos actuales más cruciales para África es una grave escasez de energía. Según el Banco Africano de Desarrollo, más de 600 millones de los 1.480 millones de africanos no tienen acceso a la electricidad, el porcentaje más bajo del mundo. Sin un acceso adecuado a la electricidad, África sigue siendo vulnerable a la inestabilidad económica, la migración y el subdesarrollo. Como resultado, varios países africanos están buscando independencia energética y el desarrollo de sus recursos naturales.
Debido a la falta de compromiso de la UE y los EE. UU. en África, Rusia ha encontrado una forma de reafirmar su presencia tras las operaciones del grupo militar Wagner, que ayudaron a expandir la influencia rusa en el continente. Cabe destacar que Rusia se ha comprometido a aumentar sus exportaciones de alimentos y su cooperación energética con África en busca de nuevos socios geopolíticos en medio de las sanciones occidentales.
La cooperación energética de Rusia es considerada uno de los aspectos más esperados por los líderes africanos para superar el déficit energético. Actualmente, Sudáfrica es el único país en África que opera una planta de energía nuclear. La creciente necesidad de energía nuclear en África ha llevado a más países a desarrollar planes activos para invertir en esta fuente de energía. Sin embargo, surge una pregunta clave: ¿cómo pueden financiar estos países en desarrollo la construcción de plantas nucleares? Esto resulta especialmente complicado debido a los elevados costos iniciales y los largos períodos de construcción.
El 19 de noviembre de 2015, Rosatom (la Corporación Estatal de Energía Atómica de Rusia) firmó un acuerdo con Egipto para construir, financiar y operar la planta nuclear de El-Dabaa. La construcción propiamente dicha comenzó el 19 de noviembre de 2022. Este proyecto, valorado en 30 mil millones de dólares, está financiado en un 85% por Rusia a través de un préstamo de 25 mil millones de dólares bajo un acuerdo de financiación. El préstamo se reembolsará en 22 años con una tasa de interés del 3% anual.
Estos paquetes de inversión resultan atractivos para los países africanos en desarrollo, ya que Rosatom puede proporcionar servicios integrales, desde la formación y cualificación del personal local hasta la creación de programas de ciencia nuclear, el suministro de uranio durante la vida útil de la planta y la gestión de residuos nucleares, con el beneficio adicional de que el gobierno ruso financia los proyectos.
Esto también fue enfatizado por Kirill Komarov, Primer Director General Adjunto de Rosatom para el Desarrollo Corporativo y los Negocios Internacionales, durante la Semana de la Energía de África, celebrada del 16 al 20 de octubre de 2023 en Ciudad del Cabo, donde declaró: “Rosatom tiene todo lo necesario para brindar asistencia a los países africanos interesados en crear su propia energía nuclear.”
Varios otros países africanos, incluidos Burundi, Etiopía, Ghana, Marruecos, Ruanda, Zimbabue y Zambia, han firmado diversos acuerdos de cooperación en energía nuclear con Rusia. Más recientemente, durante la conferencia de la Semana de la Energía Rusa celebrada en Moscú del 11 al 13 de octubre de 2023, Rosatom firmó dos memorandos de entendimiento (MOUs) con Burkina Faso y Malí para la cooperación en energía nuclear y el desarrollo de instalaciones nucleares en estos dos países de África Occidental.
Los MOUs firmados no detallan las plantas nucleares propuestas, su financiación ni un cronograma de construcción. Sin embargo, a la luz del acuerdo ruso-egipcio, se espera que estos MOUs sigan un patrón similar: un acuerdo de construcción, financiación y operación con un préstamo a largo plazo.
La entrada de Rosatom en Malí y Burkina Faso coincide con los cambios radicales que está experimentando la región del Sahel africano y la retirada de las tropas francesas de estos países en 2023. Como resultado, la influencia de Rusia en la región ha crecido, mientras que la influencia de Francia, la antigua potencia colonial, ha disminuido.
En este sentido, es importante destacar la posición de Níger tras el golpe militar del 26 de julio de 2023, especialmente porque Níger es un país con numerosos yacimientos de uranio, varios de los cuales pertenecen a empresas francesas desde la era colonial. El futuro de estas minas está ahora en juego después de que Níger cancelara los acuerdos de cooperación militar con Francia.
El 16 de septiembre de 2023, Malí, Burkina Faso y Níger establecieron la Alianza de Estados del Sahel y firmaron un acuerdo de defensa conjunta. Se espera que, dado que estos tres países enfrentan situaciones políticas y de seguridad similares, Níger, con su abundancia de uranio, también trabaje con Rosatom para construir una planta de energía nuclear.
La venta de tecnología nuclear y la construcción de plantas de energía nuclear son esfuerzos importantes de Rusia para aumentar su influencia y comercio en toda África. Esto también proporciona una alternativa para compensar la disminución de ingresos comerciales tras su exclusión de la mayoría de los mercados occidentales, especialmente teniendo en cuenta que la construcción de plantas de energía nuclear es un proceso de alto costo que se extiende por más de una década. Además, la experiencia de Rusia será necesaria durante la fase de operación, lo que requerirá el apoyo ruso a lo largo de las prolongadas fases de construcción, propiedad y operación. Esto asegura un crecimiento constante de la influencia de Rusia en África y flujos regulares de ingresos significativos para las inversiones rusas.
Los crecientes planes de África para utilizar energía nuclear constituyen oportunidades de inversión lucrativas para Rusia y una fuente de energía a gran escala con una huella de carbono mínima para los países africanos.