El reciente descubrimiento del «oxígeno oscuro», que se genera en las profundidades del océano donde no llega la luz solar, cuestiona la creencia de que el oxígeno se produce únicamente a través de la fotosíntesis. Este hallazgo tiene implicaciones para la extracción de nódulos polimetálicos del fondo marino, ya que se cree que estos producen oxígeno mediante un proceso conocido como electrólisis del agua salada. El estudio ha generado un debate sobre el futuro de la minería en aguas profundas y sus posibles efectos en los ecosistemas y en los niveles globales de oxígeno.
Silvia Caschera
16 de septiembre de 2024
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Siempre hemos dado por sentado que el oxígeno en nuestro planeta se produce exclusivamente mediante la fotosíntesis, pero ahora estamos descubriendo que esto podría no ser del todo cierto. En una revelación revolucionaria que desafía nuestra comprensión de la biología y la química marina, científicos han descubierto la presencia de «oxígeno oscuro» en las profundidades abisales del océano. Este tipo de oxígeno, generado sin la intervención de la luz solar, se ha encontrado en zonas tan profundas que la luz no alcanza, lo que sugiere que existen vías alternativas para la producción de oxígeno en los océanos de la Tierra.
El oxígeno es uno de los elementos fundamentales para la vida tal como la conocemos hoy en día, y su aparición repentina en la atmósfera del planeta hace 2.500 millones de años generó muchas dudas sobre su origen. Las teorías convencionales atribuyen su presencia a la acción de organismos fotosintéticos, especialmente plantas y algas.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en Nature Geoscience el 22 de julio de 2024 ha llegado a una conclusión revolucionaria. Esta investigación, fruto de una expedición realizada hace una década, desafía las teorías tradicionales y descarta la fotosíntesis como única fuente de oxígeno. El descubrimiento, que ocurrió casi por casualidad, tuvo lugar a 4.000 metros de profundidad en la Zona Clarion-Clipperton, una vasta región del Océano Pacífico situada entre Hawái y México. Un equipo de científicos, liderado por el profesor Andrew Sweetman de la Asociación Escocesa de Ciencias Marinas del Reino Unido, detectó la presencia de oxígeno en muestras recogidas del lecho marino. En un principio, pensaron que se trataba de un error técnico, pero posteriores análisis, incluso utilizando distintos instrumentos, confirmaron que no había equivocación: las muestras, compuestas por una mezcla de diferentes minerales, contenían realmente oxígeno.
Estos nódulos polimetálicos no son más que acumulaciones de metales que, aunque semejan carbón en apariencia, están formados por valiosos recursos como litio, cobalto y cobre. Actúan como una especie de batería química, generando oxígeno mediante un proceso conocido como electrólisis del agua marina. Este fenómeno se produce gracias a una diferencia de potencial eléctrico que descompone las moléculas de agua en hidrógeno y oxígeno. Esto plantea la posibilidad de que la vida no se haya originado en la superficie iluminada por el sol, sino en las profundidades oceánicas gracias a estas “rocas eléctricas”.
Las implicaciones de este descubrimiento son profundas. Sugiere que podrían existir otras vías de producción de oxígeno en los océanos terrestres, lo que podría modificar significativamente nuestra comprensión sobre el origen de la vida y las posibilidades de encontrar vida en ambientes similares en otros lugares del universo. La existencia de oxígeno oscuro respalda la hipótesis de que, si la vida puede desarrollarse en las condiciones extremas del fondo oceánico, entonces podrían existir formas de vida en ambientes similares en otros planetas o lunas. Este hallazgo podría guiar futuras misiones en la búsqueda de vida extraterrestre, especialmente en lunas heladas como Europa, donde podrían existir océanos subterráneos.
La presencia de oxígeno oscuro desafía la creencia arraigada de que la fotosíntesis es la principal fuente de oxígeno en los océanos y abre nuevas posibilidades para entender cómo la vida puede prosperar en entornos previamente considerados inhóspitos. Esto podría llevar al descubrimiento de nuevas especies y procesos bioquímicos adaptados a estas condiciones únicas. Además, comprender cómo se genera el oxígeno oscuro y su papel en la química oceánica podría ofrecer información valiosa sobre el cambio climático global. Los océanos desempeñan un papel crucial en la regulación del clima terrestre, por lo que cualquier nuevo factor que afecte su química merece ser considerado en los modelos climáticos.
A medida que los científicos continúan explorando esta misteriosa fuente de oxígeno oscuro, también analizan su impacto en la futura explotación minera en aguas profundas. Los nódulos que generan este oxígeno no solo son fuente de este elemento vital, sino que también contienen minerales estratégicos clave para el desarrollo tecnológico hacia una economía verde. Por ello, es fundamental encontrar un equilibrio entre los beneficios económicos y la conservación de estos ecosistemas únicos.
El estudio ha generado un intenso debate en las negociaciones de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA) de las Naciones Unidas, donde varios países han pedido cautela y proponen una moratoria sobre la minería en aguas profundas hasta comprender mejor sus posibles impactos medioambientales. Por otro lado, The Metals Company, una empresa canadiense involucrada en la minería submarina, ha cuestionado los resultados del estudio, alegando fallos en la metodología y poniendo en duda la credibilidad de la revista Nature Geoscience. Esta controversia subraya la necesidad de realizar más investigaciones y de considerar cuidadosamente las posibles consecuencias de la explotación minera en aguas profundas.
“Estamos descubriendo que existen diversas fuentes de oxígeno en el planeta. Aún no sabemos cuán relevantes son, cuánto oxígeno producen o qué impacto han tenido en el pasado del planeta y en la expansión de la vida, pero sin duda son hallazgos que nos obligan a replantearnos ciertos supuestos”, señaló el microbiólogo Donato Giovannelli, profesor en la Universidad de Nápoles Federico II, en Italia.
Ocean Action 2030 es una “coalición voluntaria dedicada a apoyar a los países en su objetivo de construir una economía oceánica sostenible mediante el desarrollo e implementación de Planes Oceánicos Sostenibles.” Sus miembros son instituciones líderes que brindan asistencia técnica y financiera a los países para crear e implementar estos planes, que buscan promover el desarrollo económico y social a largo plazo, al tiempo que se protege la salud de los ecosistemas marinos. Friends of Ocean Action 2030 destaca que la capacidad del océano para desempeñar estas funciones depende directamente de su salud y vitalidad.
El océano desempeña un papel fundamental en el sostenimiento de la vida en nuestro planeta. Regula las temperaturas, nos protege de tormentas, proporciona alimento, genera millones de empleos y produce la mitad del oxígeno de la Tierra. Es responsabilidad de la comunidad global velar por su bienestar y preservación.