La polémica sobre la función de autocompletar de Google en torno a las búsquedas relacionadas con el intento de asesinato del expresidente Donald Trump ha reavivado las acusaciones de censura y parcialidad política por parte de las gigantes corporaciones tecnológicas (Big Tech). Tras la reciente admisión de Mark Zuckerberg de que la administración Biden/Harris presionó a Meta para que censurara contenidos conservadores e influyera en las elecciones, muchos se preguntan si la Casa Blanca está intentando de nuevo inmiscuirse en la libertad de expresión y la opinión pública.
Meric Sentuna Kalaycioglu
2 de septiembre de 2024
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La sorprendente confesión de Mark Zuckerberg en una carta dirigida al Comité Judicial de la Cámara de Representantes, controlado por los republicanos, el 27 de agosto de 2024, lo hace oficial: Los demócratas han estado presionando a las Big Tech para que censuren contenidos con el fin de influir en la opinión pública y en las elecciones.
Según Zuckerberg, la administración Biden y la campaña Biden-Harris “presionaron” a Meta para que “censurara” contenidos durante la pandemia y para que censurara la historia del portátil de Hunter Biden antes de las elecciones presidenciales de 2020. Zuckerberg escribe al presidente del Comité, Jim Jordan (republicano de Ohio): “Desde entonces ha quedado claro que el reportaje [sobre el portátil Hunter Biden] no era desinformación rusa, y en retrospectiva, no debimos degradar la historia”. Mentir en relación con una investigación del Congreso puede acarrear cinco años de cárcel.
Una encuesta realizada por el Instituto TechnoMetrica de Políticas y Política, con sede en Nueva Jersey, a mediados de 2022, mostró que el 79 por ciento de los estadounidenses cree que el presidente Donald Trump habría ganado las elecciones de 2020 si se hubiera permitido la publicación de la historia del portátil Hunter Biden en octubre de 2020, antes de las elecciones presidenciales. La historia del portátil de Hunter Biden mostraba que el entonces vicepresidente Biden estaba ayudando a los negocios de su hijo en Ucrania. Desde entonces, tanto el New York Times como el Washington Post han admitido que la historia del portátil era en realidad auténtica y no desinformación rusa.
La admisión de Zuckerberg da credibilidad a los Archivos de Twitter, publicados entre diciembre de 2022 y marzo de 2023 por los periodistas Matt Taibbi, Bari Weiss, Lee Fang y otros. Estos Archivos demostraron el sesgo liberal de Twitter en la censura de contenidos. Los Archivos mostraron cómo la campaña de Biden presionó a Twitter para suprimir la historia del portátil de Hunter Biden en vísperas de las elecciones presidenciales de 2020. Los Archivos también mostraron cómo las voces conservadoras fueron sistemáticamente puestas en la lista negra de Twitter.
En las semanas previas a la impactante admisión de Zuckerberg, la función de autocompletar de búsqueda de Google ha estado en el centro de otro caso de presunta censura relacionado con la frase “intento de asesinato de Trump”. Inicialmente, las búsquedas relacionadas con el intento de asesinato del expresidente Donald Trump no aparecían en las sugerencias de autocompletar de Google.
El fallo en el motor de búsqueda de Google fue advertido por primera vez por los usuarios que tomaron nota de que el motor de búsqueda de Google parecía bloquear u omitir las sugerencias de autocompletar relacionadas con el intento de asesinato. Aunque Google ya ha solucionado el problema y los términos relevantes aparecen en la función de autocompletar, la secuencia de acontecimientos ha disparado las teorías conspirativas en torno al intento de asesinato del presidente Trump del 13 de julio. Muchos se preguntan ahora si el Gobierno estadounidense (USG) está sofocando de nuevo la libertad de expresión al borrar de la memoria de internet el intento de asesinato.
Inicialmente, como informaron Newsweek y The New York Post, varios comentaristas sugirieron que Google podría estar intentando controlar la narrativa en torno al incidente. Las afirmaciones ganaron fuerza en Internet, con acusaciones de que el gigante tecnológico estaba ejerciendo la censura. En una entrevista que el Presidente Trump concedió a la presentadora de Fox Business Maria Bartiromo el 2 de agosto de 2024, Trump acusó a Google de atacar injustamente a los conservadores y prometió tomar medidas contra la empresa si volvía a la Casa Blanca.
Google aclaró que no había tomado ninguna medida manual para eliminar las referencias al intento de asesinato de Trump de sus resultados de búsqueda y culpó al algoritmo de búsqueda. El gigante tecnológico argumentó que el algoritmo de búsqueda no quería mostrar contenido violento o dañino. Esta excusa es poco convincente y el escepticismo sigue siendo alto en cuanto a que la omisión fuera un acto deliberado.
Dado el momento en que se produjo el incidente del autocompletado de Google, se ha dado lugar a especulaciones generalizadas sobre los motivos del gigante tecnológico. Algunos han sugerido que Google podría estar actuando en coordinación con agencias gubernamentales para ocultar detalles del intento de asesinato de Trump. Esta teoría parece ahora plausible después de que Zuckerberg admitiera la intromisión electoral previa de la administración Biden y la censura de las voces conservadoras.
La teoría de la intromisión directa y la censura del gobierno estadounidense sigue ganando terreno, esto se da después de que la Casa Blanca y sus designados políticos en el Servicio Secreto y el FBI continuaran bloqueando y paralizando la investigación bipartidista del Congreso sobre el intento de asesinato de Trump, frustrando a los legisladores de los dos principales partidos políticos.
Poco antes de que el problema de la función de autocompletar cobrara fuerza, Kimberly Cheatle, entonces Jefa del Servicio Secreto, se enfrentó a importantes críticas durante una audiencia en el Congreso por obstruir la investigación parlamentaria. Representantes demócratas y republicanos criticaron su negativa a revelar detalles clave sobre la respuesta de la agencia, lo que se percibió como un intento de proteger al Servicio Secreto de rendir cuentas. Dado a que Biden se negó a despedirla, Cheatle fue forzada a renunciar bajo preciones de legisladores republicanos y demócratas. Kimberly Cheatle es una funcionaria nombrada por Biden con estrechos vínculos con la familia Biden.
Mientras tanto, el director del FBI, Christopher Wray, sigue recibiendo críticas por el manejo de la información sobre el intento de asesinato de Trump por parte de su agencia, lo que alimenta las especulaciones sobre un encubrimiento. Desde entonces, Trump ha anunciado la formación de una nueva e independiente Comisión Presidencial sobre Intentos de Asesinato, si llegase a ganar la presidencia en noviembre.
Aunque una comprobación de los hechos realizada por Associated Press (AP) encontró pocas pruebas que sugirieran una conspiración deliberada por parte de Google, las grandes empresas tecnológicas — Meta (Facebook, Instagram y WhatsApp) y X (antes Twitter) — han admitido que el gobierno de Biden se puso en contacto con ellas para censurar contenidos desfavorables para los demócratas. Entendiendo que, hasta hace muy poco, todas las Big Tech negaban cualquier implicación del gobierno estadounidense.
Meta, X y Google tienen el poder de influir en las elecciones y en la opinión pública. La reciente admisión de Zuckerberg de censura por parte de la administración/campaña de Biden-Harris y los Archivos de Twitter hacen plausible que el sesgo del motor de búsqueda de Google no sea el simple resultado de su algoritmo, sino un esfuerzo concertado para influir en la opinión pública y silenciar la libertad de expresión de cara a las elecciones presidenciales de 2024.