En un giro dramático de los acontecimientos, Turquía anunció la prohibición de todo comercio con Israel en respuesta a la guerra en curso del régimen de Netanyahu contra los palestinos. Los expertos coinciden en que la prohibición del comercio afectará más a Israel que a Turquía. Los precios de los bienes y servicios en Israel subirán y aumentará la presión sobre Netanyahu para que dé marcha atrás en sus planes de atacar Rafah o, de lo contrario, se arriesgue a perder el control del poder. El ministro turco de Asuntos Exteriores, Fidan, hizo un llamamiento a la solidaridad de todos los países musulmanes en la 15ª Cumbre de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), celebrada en Banjul (Gambia).
Meric Sentuna Kalaycioglu
6 de mayo de 2024
Arabic version | English version | German version
Erdogan ha llamado repetidamente a Israel a detener el genocidio en Gaza y ha comparado al primer ministro Netanyahu con Hitler, nombrándolo «el carnicero de Gaza». El 2 de mayo, Turquía impuso una prohibición total de comercio con Israel y ha anunciado su intención de presentar una solicitud para unirse al caso de genocidio de Sudáfrica contra Israel en la Corte Internacional de Justicia (CIJ). El 4 de mayo, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, hizo un llamado a la solidaridad de todos los países musulmanes en la 15ª Cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) en Banjul, la capital de Gambia, afirmando que ninguno de los miembros tenía derecho a resolver sus diferencias sobre «la sangre de los palestinos». Si los países musulmanes trabajaran juntos, podrían lograr resultados a través de medidas diplomáticas y coercitivas.
Con este paso, Turquía ha aumentado significativamente la presión sobre Israel para que acepte un alto el fuego en Gaza y abra corredores humanitarios para la población civil hambrienta de Gaza. Turquía quiere responsabilizar a Israel por el genocidio en Gaza y la violencia de los colonos en Cisjordania ocupada. Un alto funcionario de la ONU en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha declarado que ahora «se está desplegando una hambruna completa» en el norte de Gaza.
Previo a la prohibición total de comercio de Turquía, se impusieron una serie de medidas punitivas, incluidas sanciones diplomáticas, militares y económicas. Estas incluyeron la expulsión del embajador israelí, la retirada del embajador de Turquía en Israel y la suspensión de toda cooperación militar entre los dos países. Turquía también prometió brindar apoyo diplomático a los palestinos e impulsar acciones internacionales contra Israel en las Naciones Unidas. Además, Turquía se destaca como uno de los mayores contribuyentes de ayuda a Gaza, junto con los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Con este último movimiento, Turquía ha divorciado efectivamente a Israel políticamente, económicamente y diplomáticamente. Los dos países tuvieron un volumen comercial de 6.8 mil millones de dólares estadounidenses en 2023.
Cambio en la política comercial ante la reacción política
Los datos de la Asamblea de Exportadores de Turquía indicaron un aumento en el comercio entre los dos países después de los ataques del 7 de octubre. Esta continuada participación comercial con Israel durante el conflicto provocó una reacción negativa en el país contra el gobierno turco. Muchos ven la postura inicial de Ankara como contribuyente a un importante revés del partido gobernante en las elecciones locales celebradas el 31 de marzo, donde, por primera vez en los 21 años de mandato de Erdogan, su partido enfrentó una derrota generalizada. A pesar de asegurar el tercer lugar en las encuestas, el Partido Islámico del Bienestar (YRP) emergió como una voz prominente criticando al presidente Erdogan por no romper los lazos comerciales con Israel.
Esto subraya la creciente influencia de la política nacional en las políticas comerciales de Turquía y plantea preguntas sobre el enfoque del gobierno para gestionar las relaciones internacionales en medio de paisajes políticos cambiantes. A partir del 9 de abril, tras seis meses de protestas públicas por la renuencia de Ankara a detener el comercio con Israel, el gobierno finalmente cedió a la creciente presión y se impusieron restricciones a las exportaciones. Con el último movimiento de Erdogan para prohibir todo el comercio, la ruptura con Israel está completa.
Escalada de represalias
El ministerio de comercio de Turquía afirmó que la prohibición comercial continuará «hasta que el gobierno israelí permita un flujo ininterrumpido y suficiente de ayuda humanitaria a Gaza».
Las sanciones económicas originalmente impuestas por Turquía recibieron una respuesta rápida y contundente del ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Israel Katz. Declaró medidas retaliativas inminentes, instruyendo al ministerio de exteriores de Israel a compilar una lista integral de productos turcos destinados a una prohibición. Después del anuncio de la prohibición total de comercio de Turquía, Katz afirmó que Erdoğan estaba «rompiendo acuerdos al bloquear puertos para importaciones y exportaciones israelíes».
Israel tiene la intención de solicitar ayuda a Estados Unidos y otros aliados en un esfuerzo por encontrar nuevos socios comerciales tras la prohibición total de comercio de Turquía. Además, Israel planea solicitar al Congreso de Estados Unidos «imponer sanciones en consecuencia».
El Times of Israel informó el 4 de mayo que Israel limitaría el comercio turco con la Autoridad Palestina como medida de represalia ante la decisión de Ankara de detener todo el comercio con el estado judío. El ministro de exteriores Katz tuvo duras palabras para Erdogan: «El dictador Erdogan, que quiere ser sultán, está trabajando al servicio de Hamas, violando acuerdos y buscando dañar a Israel, pero de hecho está perjudicando a los palestinos a los que supuestamente quiere ayudar».
Dilema táctico de Netanyahu
Hasta que se alcance un alto el fuego, Netanyahu podría optar por adoptar más maniobras diplomáticas y contramedidas económicas para contrarrestar las acciones de Turquía. Israel podría buscar el apoyo de sus aliados en la región y más allá, aprovechando sus asociaciones estratégicas para aislar diplomáticamente a Turquía y socavar su credibilidad en el escenario internacional. Sin embargo, este movimiento podría resultar difícil, ya que Turquía es un importante miembro de la OTAN y aliado de Occidente.
Según la Asociación de Constructores de Israel, aproximadamente el 70 por ciento del hierro de Israel y alrededor de un tercio de su cemento, utilizado principalmente en la construcción local, se importan de Turquía. Además, Israel es un destino clave para las exportaciones de acero turcas. Aunque Israel podría buscar alternativas, llevará tiempo encontrar sustitutos adecuados, que serían más costosos. Los economistas coinciden en que Israel sufrirá más por esta prohibición total de comercio que Turquía.
Solo el tiempo dirá si el divorcio de Turquía de Israel ayudará a lograr el resultado deseado: un alto el fuego y ayuda humanitaria a la sufrida población civil de Gaza. Si otros países siguen el ejemplo de Turquía, la presión sobre Netanyahu y su gabinete de guerra podría ser la gota que colme el vaso.