La Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos en Palestina, Francesca Albanese, renovó sus duras críticas al gobierno israelí durante una conferencia en la Universidad de Viena en diciembre, denunciando el trato hacia los palestinos como una “destrucción genocida”. Albanese hizo un llamado urgente para poner fin a la violencia contra la población civil en la Franja de Gaza y subrayó la necesidad de respetar el derecho internacional. La relatora comparó la situación con el régimen de apartheid en Sudáfrica y destacó que se requiere un enfoque colectivo por parte de las sociedades civiles occidentales para impulsar cambios sociales duraderos en Israel.
Alexandra Dubsky
19 de diciembre de 2024
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El llamado de Francesca Albanese a la liberación de todos los rehenes, tanto palestinos como israelíes, fue recibido con un aplauso espontáneo y entusiasta por parte de los estudiantes presentes. La conferencia, titulada “Genocidio como exterminio colonial”, atrajo a un gran número de personas interesadas. El auditorio principal y dos salas adicionales en el edificio universitario de Spitalgasse, donde se transmitió el evento en directo, se llenaron por completo. El organizador de la conferencia, Helmut Krieger, del Instituto de Desarrollo Internacional de la Universidad de Viena, quien invitó a Albanese, criticó al rectorado por no haber dispuesto de un espacio más grande a pesar de su solicitud.
Impresiones frente a la universidad
En su intervención, Albanese destacó que el genocidio puede manifestarse de diversas formas, pero siempre está impulsado por el “odio ideológico y la deshumanización del otro”. Acusó a Israel de deshumanizar deliberadamente a los palestinos y mencionó informes en los que se les describía como “animales humanos”. Además, condenó la destrucción sistemática de la Franja de Gaza —incluyendo viviendas, escuelas, universidades y tierras agrícolas— así como el bloqueo de la ayuda humanitaria. La experta en derecho internacional cuestionó por qué Israel impide la entrada de suministros médicos como anestésicos a Gaza, argumentando que esta medida agrava deliberadamente el sufrimiento de la población civil.
Albanese sostuvo que la guerra en la Franja de Gaza no es un conflicto defensivo, sino una “guerra genocida”, cuyo objetivo sería la destrucción de un grupo étnico entero. Además, afirmó que, según el derecho internacional, Israel no puede alegar el “derecho a la autodefensa” en territorios ocupados.
Fuera del recinto universitario, se realizó una manifestación en apoyo a Palestina, donde los asistentes corearon consignas como “Viva Palestina” y “Free Palestine”. Algunas pancartas con el eslogan “From the river to the sea” fueron retiradas a petición de la policía, que se presentó más tarde en el campus.
El evento también atrajo contramanifestaciones. La Unión de Estudiantes Judíos de Austria (Jüdische Österreichische HochschülerInnen, JöH) acusó a Albanese de “antisemitismo” y de “ignorar el sufrimiento de la población israelí y mostrar simpatía por Hamás”.
A pesar de las críticas por parte del gobierno israelí, Francesca Albanese defendió su postura, argumentando que la crítica a las políticas de Israel no constituye una forma de antisemitismo, sino una exigencia de respeto al derecho internacional y a los derechos humanos fundamentales. Según Albanese, el antisemitismo no debe utilizarse como pretexto para silenciar las críticas legítimas hacia el gobierno israelí. La relatora hizo un llamado a la comunidad internacional para que respalde al pueblo palestino en su lucha por la justicia y la autodeterminación, y para que se ponga fin a la opresión sistemática. En su intervención, comparó la situación con el antiguo régimen de apartheid en Sudáfrica. “El apartheid en Sudáfrica no terminó por la intervención de los gobiernos de Estados Unidos o del Reino Unido. Fueron las poblaciones civiles del mundo occidental las que impulsaron un movimiento contrario mediante boicots de consumo”, afirmó Albanese. Finalmente, alentó al público a tomar medidas similares en el caso de Israel.
