Las matemáticas eran la pasión de Maryam Mirzakhani. En 2014, se convirtió en la primera y única ganadora de la prestigiosa Medalla Fields, el «Premio Nobel» de las matemáticas. Su genialidad inspiró a otras mujeres a destacar en áreas dominadas por hombres y fue decisiva para lograr más derechos para las mujeres iraníes. El 14 de julio de 2017 Mirzakhani sucumbió a un cáncer de mama a la temprana edad de 40 años.
Mojgan Sanandaji, 27 June 2022
Las matemáticas eran la vocación y la pasión de Maryam Mirzakhani. La palabra «humanista» tiene una connotación anticuada, pero Maryam Mirzakhani redime el humanismo dando ejemplo a todos los que buscan respuestas significativas a las preguntas más complicadas de nuestro mundo. La tenacidad que Mirzakhani demostró en sus investigaciones inspiró a muchas mujeres de su generación y posteriores a seguir una carrera en ámbitos dominados por los hombres.
Nacida en 1977 y criada en Teherán (Irán), Maryam asistió al instituto Farzanegan, una escuela para estudiantes con talentos excepcionales. Su familia siempre la apoyó. Estudió en la Universidad Shareef de Teherán antes de proseguir sus estudios en Harvard y Princeton (Estados Unidos). El 12 de mayo de 2022 habría cumplido 45 años.
En 2014 Mirzakhani acababa de terminar un tratamiento de quimioterapia contra el cáncer de mama cuando viajó a Seúl para participar en el Congreso Internacional de Matemáticos (ICM) y recibir la Medalla Fields, el premio más prestigioso en matemáticas. En Seúl, Maryam no quiso que la prensa hablara de su enfermedad. Los organizadores de la ICM reorganizaron el programa para que Mirzakhani pudiera marcharse antes. Murió el 14 de julio de 2017.
La Medalla Fields se considera el equivalente matemático del Premio Nobel. Mirzakhani es la única mujer hasta la fecha galardonada con este premio. Se incorporó al cuerpo docente de la Universidad de Stanford en 2009, donde ejerció como profesora de matemáticas hasta su prematura muerte. Andrew Myers y Bjorn Carey, de la Universidad de Stanford, publicaron un homenaje a Mirzakhani en el Stanford News el 15 de julio de 2017: «Mirzakhani se especializó en matemáticas teóricas que se leen como una lengua extranjera para los ajenos al campo de las matemáticas: espacios de módulos, teoría de Teichmüller, geometría hiperbólica, teoría ergódica y geometría simpléctica».
Maryam Mirzakhani logró con su genio, trabajo y tenacidad respuestas rompedoras a problemas que habían ocupado a los matemáticos durante generaciones. Sus trabajos, de carácter eminentemente teórico, han influido en la física teórica, las matemáticas, la ingeniería y las ciencias de los materiales. Mirzakhani creía que entender un problema es importante porque normalmente ese problema está relacionado con muchos otros. Las preguntas son tan importantes como la forma de encontrar soluciones.
Mirzakhani fue la primera mujer en ganar una medalla de oro en matemáticas en la Olimpiada Nacional Iraní. En 1994 participó como primera mujer iraní en la Olimpiada Internacional de Matemáticas de Hong Kong y ganó otra medalla de oro.
En marzo de 1998, cuando regresaba de una conferencia de superdotados y otros asistentes en Ahvaz, ciudad iraní del Golfo Pérsico, el autobús en el que viajaba sufrió un accidente que costó la vida a siete compañeros de Maryam, accidente que se consideró una tragedia nacional. Maryam iba con ellos en el autobús, pero sobrevivió milagrosamente. Cuando, tiempo después, habló de ello con una amiga, expresó su profunda tristeza y el hecho de que «la vida a veces te golpea en la cara, cuando crees que todo va bien, parece que esta es la naturaleza de la vida… «.
Maryam se casó con un informático teórico, Jan Vondràk, profesor asociado de la Universidad de Stanford. Tuvieron una hija llamada Anahita. La familia vivía en Palo Alto, California. Mirzakhani era una madre apasionada que llevaba a su hija a casi todas partes. Anahita creía que su madre era pintora, porque solía verla dibujar mucho en un papel. La primera pasión de Maryam fue la literatura, y al principio se planteó seguir la carrera de escritora, antes de descubrir su pasión por las matemáticas.
A Maryam le diagnosticaron cáncer de mama en 2013. En 2016 su estado empeoró y el cáncer se había extendido a los huesos y el hígado. Murió el 14 de julio de 2017 a los 40 años. Fue homenajeada no solo en Occidente, sino también en su país natal, donde su talento fue reconocido y floreció por primera vez. Sus amigos y colegas la recuerdan como una persona alegre y apasionada por la vida, que conectaba fácilmente con los demás.
Creía que la belleza de las matemáticas se manifiesta en aquellos que son más apasionados y pacientes a la hora de encontrar soluciones.